¿Con sueldo de $3,500 como alcalde y en carro de $46,250?

Tomado de Noticias.sv

Un lamentable accidente sufrió Oscar Ortiz, alcalde de Santa Tecla, en el que quedó mal herido y su vehículo Toyota Prado, de lujo, todo terreno, 4x4, resultó con graves daños. Con ayuda del CAM de Santa Tecla, todo se "limpió" rápidamente y se tendió una cortina de humo con gran habilidad política. Pero quedan algunas preguntas que no se han hecho.

¿Cómo es posible que un alcalde, con un sueldo de $3,500 mensuales, que menos los descuentos de ley e impuesto sobre la renta, que recibe líquido alrededor de $2,250, pueda adquirir un carro de un valor equivalente a 21 meses de salario?

Un carro de ese tipo requiere alrededor de $50 semanales y el mantenimiento cada 6 mil kilómetros (cada 3-4 meses) ronda los $600 (entre $1800 y $2,400 anuales), ¿de dónde saca dinero adicional para ahorrar, sin contar el pago de casa, teléfonos, cable, internet, comida, electricidad, agua, gastos médicos, ropa, seguro del carro ($2,750 anuales) y otros?

Sería interesante que compartiera con todos nosotros la "receta" para multiplicar los dólares y con el sueldo cubrir tanto gasto (¡milagro!), sin obviar ¿cómo en 16 años, después de desmovilizarse casi sin recursos económicos ha logrado tal nivel de vida en tan poco tiempo?

Ahora, si el carro es de la Municipalidad, ¿no sería un despilfarro si se hubiera comprado con los impuestos de la gente, cuando tienen déficit y no les alcanza para cubrir bien todos los servicios?

El FMLN tiene toda la razón de señalar actos de corrupción de cualquier funcionario de gobierno, pero ¿no estarán viendo la paja en el ojo ajeno sin darse cuenta de la viga que tienen en su propio ojo?

Además, según sus estatutos, ninguna autoridad de elección popular podría reelegirse después de tres períodos. Eso nos lleva a preguntar ¿por qué no cumplen lo que establecieron en sus estatutos? Si no es así, ¿Cómo se les podrá creer en cualquier cosa que digan o prometan? Es cosa de ver cómo responden y si corrigen cosas como estas. De lo contrario es de ingenuos creer que son el cambio esperado, porque no tienen acciones para demostrarlo.