Convocaron a 1,800 sabios (profesionales les llamaron), exhibieron a Doctores en Economía, empresarios vanguardistas y cualquier persona que tuviera credenciales de sabiduría; establecieron foros democráticos para contraponer ideas y seleccionar solo lo mejor de la producción del ingenio del talento humano convocado, anunciaron herramientas novedosas, democráticas, incluyentes, innovadoras, invitaron a la “sociedad civil” a que fuera parte de la discusión de un plan que iba a ser el fruto más puro de la voluntad popular, comieron, brindaron y celebraron lo que se considera el punto de partida, la piedra angular donde se basarán los fundamentos de un nuevo El Salvador jamás antes concebido de una manera tan democrática, un gran avance en la democracia de la izquierda y una nueva forma de hacer política nunca antes vista porque es el génesis del “CAMBIO” prometido.
Anunciaron nacional e internacionalmente que ese domingo se iba a revelar la fórmula más democrática en la historia política de El Salvador, invitaron a delegaciones de otros partidos políticos, a la prensa, al cuerpo diplomático, a delegaciones de otros países, a las iglesias y el momento cumbre llegó:
El candidato lució sus mejores poses de intelectualidad, como si fuera una persona que ostenta un grado académico, o como aquellos sabios de las películas, donde todo mundo calla para escuchar sus palabras llenas de luz, de sabiduría, de conocimiento y que señalan el “nuevo camino”.
El candidato, que no es conocido por ser humilde, se levantó de su sitial de honor, se ajustó sus lentes de intelectual de película Hollywoodense, y el pueblo fue bendecido al fin con sus primeras y gloriosas palabras. Estas fueron dirigidas para su amada esposa, por supuesto más que por caballerosidad fueron dirigidas para establecer y dejar claro, que una persona con un cacumen privilegiado como él, tiene por su puesto no a cualquier compañera, aunque le llegue de tercera mano, al menos dentro de las filas de la izquierda salvadoreña, NO! Ella no fue destacada, por su participación como guerrillera ni por otras virtudes de dominio público, NO! Ella fue presentada como la Doctora en Derecho Internacional, claro, el Divo no merece nada menos como pareja, el divo merece una profesional de importación. Más allá de este sublime momento, que enterneció a mas de alguno, entró en materia, en sustancia y reveló el hasta ese momento plan secreto.
Para desgracia del divo, ese programa presidencial es un reload, un cover, un plagio, un refrito del que había presentado 5 años antes el anciano y desaparecido líder de la izquierda Shafick Handal . Que decepción para los que asistieron y para los que esperaban oír algo nuevo.
El programa solo sirvió para confirmar lo que muchos ya sabíamos: Funes antes solo era la cara para dar voz a las preguntas y cuestionamientos de la UCA, hoy tristemente solo es la cara para un nuevo intento por alcanzar el poder del Partido Comunista Salvadoreño (PCS). Es el mismo paquete con un envoltorio diferente, más nuevo, más estético y más digerible que Shafick, el envoltorio anterior. La diferencia medular es que buena parte de ese programa lo concibió Shafick. El M Funes resultó ser como la simpática niña china que pareció cantar durante la ceremonia inaugural de los juegos olímpicos en Beijing.
Funes: más de lo mismo
El mensaje de Funes fue otra vez dirigido al elector resentido, envidioso, al ingenuo. Funes develó un programa sin novedad, carente de ideas nuevas, una versión light, azucarada de lo mismo que viene proponiendo el partido comunista salvadoreño en los últimos 50 años.
Ante los señalamientos Funes dice ahora que su plan es diferente por el solo hecho de no contemplar el regreso al colón, idea nostálgica y trasnochada de Shafick que ha sido rechazada hasta por los organismos internacionales de izquierda, por lo cual ahora se vuelve absolutamente indefendible.
El plan presentado, evidencia que el partido comunista, en esta ocasión en complicidad con el M Funes, se burla una vez más de aquellos ingenuos que creyeron en sus cantos de sirena, con la oferta de la inclusión de sus ideas en el plan de gobierno y de que ellos, los comunistas renunciarían a su esencia ideológica de un día para otro. El PCS nada más ha cambiado en disfrazar su vetusto proyecto para lograr su objetivo, el cual ahora en vez de usar un caballo de Troya, utiliza la aparentemente inofensiva figura de un títere.